lunes, 15 de diciembre de 2014

El poderoso influjo del maestro de escuela

"El porvenir está en las manos del maestro de escuela".
Víctor Hugo.

Aunque de mediana estatura, D. Juan era hombre de buena presencia, y su edad debía andar por la cincuentena. Regentaba una de las escuelas de Educación Primaria ubicadas en un viejo edificio que se hallaba a un centenar de metros de mi casa. Tras la subida de dos tramos de unas amplias escaleras y girando a la izquierda de un corto pasillo, se hallaba su aula, estrecha, alargada y húmeda, con dos filas de pupitres alineados a una pared repleta de mapas que moría en un amplio ventanal, al fondo, desde el que se permitía avistar aquel patio de tierra y grava en el que se elevaban varios árboles que siempre recordé enormes. En el otro frontal de la clase se hallaban un viejo encerado y la mesa del respetado D. Juan, elevada sobre una escueta tarima desde la que ejercía su magisterio.