Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
Artículo 104 de la Constitución española de 1978
La Ley de Seguridad Privada ha salido adelante en el Congreso de los Diputados, donde se ha introducido la posibilidad de que los vigilantes privados puedan identificar y detener a personas en la vía pública. Al tiempo que se anunciaban estas novedades legislativas, el Ministerio del Interior no se cortaba en reconocer que, entre los principales objetivos de la ley, está consolidar el sector económico de la seguridad privada.
Suponemos que, como viene siendo habitual, será a costa de recortar la presencia pública de las fuerzas de seguridad del estado. A cambio, más seguridad privada, más inseguridad laboral, precarios salarios para los vigilantes y, ¡bingo!, buenas dosis de rentabilidad para las empresas del sector. Así, el presidente del Consejo Asesor de Seguritecnia, Miguel Ángel Fernández Roncaño, ha agradecido al Gobierno el haber "cumplido lo que prometió" recogiendo numerosas sugerencias del sector.
Viñeta de Forges (El PAÍS, 12-12-2013) |